La iconografía del nacimiento de Jesús aparece por primera vez en la catacumbas de Priscila, en Roma, hacia los años 180-200. La virgen María sosteniendo en brazos al Niño Jesús .
Esta costumbre se arraiga en la función que tenían en los templos las esculturas y pinturas: instruir a los fieles, que se mayoría eran analfabetos. Igual finalidad tenían las representaciones teatrales, fuera o dentro de las iglesias, principalmente en Navidad. Pero la tradición de los belenes se generó propiamente en el siglo XIII, cuando san Francisco de Asís quiso celebrar una Navidad los más realista posible y, con el permiso papal, instaló un pesebre con paja dentro de una cueva, puso una imagen del Niño Jesús y un buey y una mula vivos junto a ella. Y en ese escenario celebró en 1.223 la misa de Nochebuena.
El éxito de esa humilde representación del pesebre fue tal que rápidamente se extendió a toda Italia. Pronto se introdujo en las casas nobles europeas y de ahí fue descendiendo hacia la clase más pobres. Fue en 1252, en el monasterio alemán de Füssen, donde dicen se hizo el primer belén con figuras.
En España se exhibió un belén en la catedral de Barcelona ya en el año 1300 y en el siglo XVII, el barroco y la reforma católica contribuyeron a que los belenes obtuvieran gran éxito. Carlos III los importo de Nápoles en el siglo XVIII. Su popularidad en los hogares españoles e hispanoamericanos se extendió a lo largo del siglo XIX;
Chema e Inma.6ºA.
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