martes, 16 de diciembre de 2008

CUENTO DE NAVIDAD

UNA NAVIDAD ANTIGUA.

Hace mucho tiempo a finales de la Edad Media, en lo más alto de una meseta, había un castillo. Allí, el rey Ernesto reina, y su hija, la princesa Gisela, debe encontrar un marido.
Un día llegan al castillo tres hombres con aspecto de nobles. Un soldado le pregunta:
-¿Qué queréis?
-Somos sabios y venimos a informar.-dice uno.
-Si es así, ¡entrad! -exclamó el soldado.
Cuando entran en el castillo se encuentran al rey y a la princesa.
-Buenas tardes, majestad. Venimos a mostrar una nueva fiesta.
-¿De que se trata?-Pregunta la princesa.
Venimos de muy lejos y hemos vivido muchas aventuras, como cuando seguimos a la estrella que nos guiaba hacia el portal de Belén.
-¿Qué estrella?-pregunta el rey.
-¿Y qué portal de Belén?-pregunta la princesa. ¡Cuéntanoslo todo!-grita Gisela.
-Está bien, mi nombre es Melchor, él es Baltasar y éste, Gaspar. Nosotros éramos maestros escolares de magia, no nos conocíamos pero nos llegó una señal y nos conocimos siguiendo la estrella. Anduvimos y anduvimos hasta que llegamos a donde se paró la estrella. Abajo estaba el portal de Belén.
- ¿Pero qué es eso del portal de Belén?-preguntó Gisela.
-Espera…Cada uno de nosotros teníamos regalos: uno era oro, otro incienso y el último mirra. En el portal de Belén lo que pasaba era que había nacido el Hijo de Dios, Jesús. Nosotros le dimos los regalos, también le daban regalos los pastores y eso que eran muy pobres y también los angelitos. Aquel día se le puso el nombre de la “Navidad” el nacimiento de Jesús, que es el 25 de diciembre.
-Bueno nos vamos.-dijo Baltasar.
-¡Esperad! ¿Vendréis algún día?-pregunta Gisela con curiosidad.
-No lo sé. ¡Ah! a nosotros nos llaman Reyes Magos, porque todos los años, un 6 de enero les llevamos regalos a los niños que se portan bien. Y si nos mandas una carta con las cosas que quieres, te lo traeremos. ¡Adiós y Feliz Navidad!
¡Adiós!-dijeron el rey y .la princesa.
-El 25 de diciembre Gisela celebró la Navidad y el 5 de enero escribió la carta para los Reyes Magos y la tiró desde lo más alto.
¡Pero hija! ¿Por qué la tiras por ahí?-gritó el rey asombrado.
-Porque papá,… los Reyes Magos son magos y seguro que ya estarán leyendo mi carta.-dijo Gisela tranquilizándolo.
Por la noche Gisela se acostó pensando en los Reyes Magos y que le traerían lo que había pedido.
A la mañana siguiente la princesa se levantó de la cama y buscó su regalo, pero no lo encontró. La princesa apurada no sabe que hacer. Al rato llaman a la puerta y abren.
¿Qué desea?-pregunta el rey.
Soy el príncipe de Molino.-dijo.-Me llamo Felipe. Tres sabios me dijeron que la princesa Gisela vive aquí y que estaba buscando esposo.
¡Así es!-interrumpió la princesa-Yo soy la princesa Gisela hija del rey Ernesto y estoy buscando esposo.
La princesa se enamoró de él y este también. Al final se casaron y tuvieron muchos hijos, que también recibieron los regalos de los Reyes Magos. ¡Ese era el regalo que pidió la princesa Gisela!
¡Feliz Navidad!

Por Silvia Álvarez de la Rosa

1 comentario:

Pepa Asencio dijo...

¡Qué cuento más bonito! Felicidades Silvia...y que a ti tambien te traigan un regalo los Reyes Magos